lunes, 19 de febrero de 2018

Editorial Boletín Balcón Centro lavastida. Mes de febrero.





“Las muchas aguas no podrán apagar el amor ni lo ahogarán los ríos”.  
 Cantares 8:7a

Febrero es el mes del amor. Así definen en muchos países esta época del año y Cuba no es la excepción de la regla. Los negocios y medios publicitarios engalanan sus espacios y discursos con elementos que nos recuerdan la cercanía del Día de los Enamorados, llamado también, Día del Amor y la Amistad.
Son innumerables las personas que le han dedicado sus creaciones artísticas a este sentimiento. Sin embargo merece atención y admiración la mujer Sulamita, protagonista de El Cantar de los Cantares, quien en un contexto totalmente adverso, caracterizado por  relaciones sin amor, se atrevió a caminar a contracorriente de las leyes en denuncia de la esclavitud matrimonial de su época y expresa sus emociones, vivencias y sentimientos a través de todo el poema sin miedo  a la crítica social, siendo ella la que provoca el encuentro amoroso. 
Hoy, nuestro contexto no difiere mucho de aquel en cuanto a los móviles que se establecen en las relaciones interpersonales para que las mismas sean duraderas y más que duraderas, sean fundamentadas  en el verdadero amor, justicia y respeto entre los seres humanos. Por eso es urgente que se levanten muchas voces como la de aquella  mujer que fue capaz de denunciar a una sociedad que negociaba a las personas  como si fueran objetos, sin tener en cuenta sus sentimientos y que podamos decir como ella: ‘Es despreciable comprar el amor´´.
Como institución convocamos a renovar los lazos que nos unen para  ser  provocadores de encuentros amorosos, como la mujer Sulamita, sin miedo a las zorras que puedan atacar la viña. Que nuestros estilos de vida se traduzcan en  bondad, en afecto entrañable,  amor a la Patria, a los amigos y amigas,  la familia,  la naturaleza, un amor desprendido, que  esté presente todos los días en el servicio desinteresado y un amor valiente, intrépido, capaz de denunciar los males que nos afectan y anunciar buenas noticias a favor de la esperanza.
Fuimos creados/as para tener comunión los unos con los otros y nuestra felicidad y calidad de vida depende en gran  escala de que compartamos el amor con los demás, de tal manera que ese intercambio impacte, contagie. Edifiquemos ambientes donde este sentimiento pueda crecer y dar frutos en  función de todo lo que nos rodea recordando las palabras de Juan: … el que ama es nacido de Dios, porque Dios es amor.


Marieta Machado Batista, Bibliotecaria



¿ Iguales a qué, iguales a quienes ?



Seleccionado de Saber y género. Florence Thomas: Profesora Titular (P) de la            Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora del grupo Mujer y Sociedad

Queremos ser iguales. Bien. Y ahí está al problema. ¿Queremos ser iguales a los hombres?  ¿Es esto lo que queremos? ¿Por qué? Y como lo dice Victoria Sendón, una feminista española, “¿no sería muy triste convertirse en una mala copia de un patético modelo?”. Dígame ¿por qué negar nuestras especificidades históricas? ¿Por qué negar nuestra manera de habitar el mundo? ¿Por qué negar nuestros 5000 años de resistencias? ¿por qué no creer en el hecho de que nuestra historia, nuestra particular historia de esclavitud, de subordinación, de discriminación, de silencios, de resistencias, nos permite hoy interpretar el mundo de otra manera? por qué no creer que nuestros 5000 años de esclavitud no nos otorga hoy día autoridad, como  decía el filósofo francés Cioran. ¿Por qué negar la mixticidad del mundo, la posibilidad de miradas distintas, de lenguajes distintos, de maneras distintas de actuar sobre el mundo?; ¿por qué no creer en otras maneras de hacer política, de hacer ciencia sin negar la diferencia sexual, la única diferencia fundante de lo humano.
Y espero que me entienden: en ningún momento me estoy refiriendo a aspectos esencialistas. No somos distintas por esencia. No. Es una historia, una larga historia que no podemos negar. Es un lugar que nos otorgó la cultura, la historia, un lugar específico, una relación específica con la vida, con el cuidado de la vida, del recién nacido, de la infancia, del     anciano o la anciana, del enfermo o la enferma; una relación particular también con el    cuidado de los objetos, el cuidado permanente de problemas menores, de frío y calor, de hambre, de sabores; desde  milenios hemos estado al frente de un especie de estética de lo cotidiano. Y creo sinceramente que estas prácticas sociales construidas durante siglos     producen, a largo plazo, percepciones y preferencias particulares, es decir una cultura, una relación al tiempo, al espacio, al otro; una cultura que tendería en privilegiar por ejemplo un rechazo a la violencia, una distancia con los logros individuales, una ética del cuidado o sea, otra manera de interpretar el mundo y de  actuar sobre él. Y ¿por qué razón desecharíamos esta posibilidad? ¿Para parecernos lo más posible a los hombres? A mí, personalmente, no me interesa esto.
No quiero parecerme a ellos porque no puedo. Sería negar mi historia, mi memoria, mi imaginario, mi cuerpo, mi sentir. Sería exiliarme en una patria que no es mía.
No neguemos las potencialidades de la diferencia sexual. Queremos, eso sí,  tener las mismas oportunidades que los hombres frente a todo los espacios de la vida. Pero no queremos ser iguales desapareciendo o uniformándonos en hombres. La anulación de las diferencias nos está llevando al modelo único, y esto en política ha resultado dramático para la humanidad. Es la historia de los fascismos. Queremos seguir luchando por la igualdad política y por la diferencia existencial y epistemológica con los hombres. Igualdad y diferencia no son conceptos antitéticos.  Nuestro propósito es construirnos equivalentes políticamente y diferentes  existencial y epistemológicamente.
Porque por mujer, entendemos, “ese sujeto para quien el hecho de ser mujer no yace en la indiferencia; ese sujeto que piensa en su pertenencia a un sexo como algo significativo y determinante para actuar y conocer el mundo”.
Alexandra Bocchetti en su libro “Lo que quiere una mujer”.

 Dra. Gloria Teresita Rebustillo, Responsable Área de Género








4 de febrero Día Mundial contra el CANCER



Un diagnóstico como el de Cáncer, lleva asociado una serie de    problemáticas tanto en los pacientes como en el entorno más     cercano que muestran claramente el impacto que la enfermedad tiene en la vida de las personas y la adaptabilidad a los cambios que implica para pacientes y familiares. Siendo conscientes de estas problemáticas y en aras de minimizar el impacto que la enfermedad tiene en la calidad de vida de las personas, desde el área de Salud Familiar y en espacios como “Vivir Saludablemente” y “Acompañamiento a personas diagnosticadas con enfermedades crónicas no transmisibles”, se intenciona el difundir las acciones de  prevención y detección temprana, así como las herramientas y los conocimientos necesarios  para adoptar estilos de vida saludables y reducir el riesgo de enfermar. Estos espacios devienen, además, como propiciadores de esperanza y apoyo a estos pacientes reduciendo el miedo a los retos que supone la vuelta a su vida cotidiana tras el diagnóstico de cáncer. Acompañar a quienes están en condiciones de vulnerabilidad es un acto de amor que solo Dios nos capacita para hacer, a Él sea la Gloria.


Lic. Maribel Sánchez , Responsable Salud Familiar




Un encuentro mirando al futuro



Redes de Agroecología y Permacultura de las provincias de Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba representadas por sus responsables junto a colaboradores y facilitadores, nos encontramos  los días 26 y 27 de Enero  con el objetivo de actualizar metodológicamente a estos grupos en el trabajo que han de realizar en función de los efectos e impacto y su    correspondiente monitoreo. Además de esto, fue oportunidad para evaluar el camino que hemos recorrido y a partir de la sinergia lograda entre sus integrantes potenciar la capacidad para generar un efecto multiplicador  e impulsar transformaciones a  nivel local.
Damos gracias a Dios por el trabajo que realizan  estos grupos,  los que  han fortalecido su capacidad de gestión y a partir de una ética de vida  animan  a otros/as a ser parte de estas redes y juntos/as asumir un compromiso a favor de  la preservación de la Tierra. Un camino está por delante, los compromisos son cada vez mayores, pero nos anima  la fe y el saber que nos acompaña ese Jesús que ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia.


Dra. Ana Virginia Corrales, Responsable Capacitación para el Servicio






Encuentro del movimiento cubano de Permacultura



Del 8 al 12 de enero en la ciudad de Matanzas se desarrolló la IV Convergencia Nacional de Permacultura con la participación de más de 100 promotores/as pertenecientes al Movimiento Cubano de Permacultura, dentro de ellos, los 3 grupos formados por el Centro Lavastida pertenecientes a las provincias de Guantánamo, Santiago y Granma. Fueron días intensos de  trabajo donde el punto de partida fue la evaluación del cumplimiento a los acuerdos tomados en la III Convergencia. En el caso nuestro con significativa importancia el de asumir una coherencia y compromiso con la ética de la Permacultura, con nuestra  ética de vida. Se trabajó todo lo concerniente al ahorro de energía eléctrica, la comercialización de alimentos saludables, los ingresos por este concepto y por ahorro, el porciento de semillas que se producen en los sistemas, entre otros. Para los participantes resultó relevante el análisis de  género realizado por nuestros grupos los cuales  expresaron que el 78.8 % de las actividades que se realizan en los sistemas son desempeñadas por hombres y mujeres, el 12.5 %  son  desempeñadas solo por las mujeres y el  8.7 %  solo por hombres y también que     aunque el 100% de los jóvenes de las familias están motivados por la Permacultura, solo el 9 % de los graduados  es menor de 35 años, lo que hace del trabajo con jóvenes una prioridad. Se realizaron varios trabajo grupales para analizar el comportamiento ante los diferentes fenómenos naturales, el tema de las alianzas y las proyecciones de trabajo  futuras,       considerándose de importancia la profundidad en el monitoreo, los pasadías, la formación y el alcanzar cada sistema 7 familias en 2 años.  Fue este un espacio de aprendizaje, de intercambio, de  nuevos compromisos donde primó la armonía y solidaridad que  caracteriza a la gran familia de la Permacultura Cubana. 
 MsC. Cesar Parra Barroso, Responsable Proyectos










¿Amas a tu prójimo…?



¨…el amor como el árbol, ha de pasar  de semilla, a arbolillo, a flor, y a fruto.
 Empiezan las relaciones en la tierra por donde debieran terminar….¨
(José Martí)
Es el segundo mes del año y se acerca el 14 de febrero, tradicionalmente reconocido como el Día de ¨San Valentín¨, aquel sacerdote que según cuenta la leyenda, casaba a los soldados en secreto. Eran tiempos de amor y de guerras. En la actualidad perduran las batallas y aunque resulta innecesario contraer nupcias en secreto, la fiesta por el Día del Amor y la Amistad ha adquirido nuevos matices. Mientras unos atribuyen a las adversidades de la vida cotidiana las causas de las fracturas de las hebras de la ternura, otros se atreven a afirmar lo desarropados que andan y desandan la amistad, el amor y otros valores. Lo cierto es que, algunas mediaciones comunicativas refuerzan las convocatorias para incrementar los consumos de productos culturales que tergiversan el contenido básico, la esencia de esta necesidad humana: amar y ser amados.
¿Amar o no amar al prójimo? ¿Y qué hago si ese prójimo es ¨… el cruel que me arranca el corazón con que vivo…? Algunos intentos de definir al Amor sólo consiguen diluirlo o vendernos representaciones sociales distantes de las individuales experiencias subjetivas. El amor difiere de lo que nos contaron en los cuentos infantiles: hemos despertado sin príncipes azules ni medias naranjas. Sus puntos en común con otras expresiones afectivas pueden generar confusiones con las emociones y las pasiones, dando al traste con apresuradas e infelices decisiones. De cara a la amistad, deviene en posible conflicto.
Amar al prójimo remite al amor propio, una construcción desfigurada frente a los eclipsados patrones -espejos de la belleza. Amar al prójimo supone disfrutar y vivir el servicio desde la emancipación. Amar al prójimo significa sellar con pensamientos, palabras, gestos, actitudes, las franjas donde se  fractura el quehacer personal.  Dulce Ma. Loynaz respondería: ¨… amar lo amable, no es amor… ¨ y  aunque Teresita Fernández nos invite a ¨…. poner amor en las cosas feas…¨ evidentemente cuesta y muchas veces no se consigue, amar  lo  ¨ áspero, lo rudo, lo desapacible, incluso lo evaluado como diferente ¨ . Apremia revisar las piedras, papeles y tijeras que usamos en nuestras relaciones interpersonales. He ahí una ruta crítica para dar puntadas claves con miradas género-sensibles a esta humanidad adolorida, conectada virtualmente con  las redes sociales mientras permanece enajenada de sus realidades inmediatas.
En vísperas de este 14 de febrero, el área de Juventudes se reunió en la calle Santo Tomás entre San Ricardo y Santa Isabel. No necesitamos ver para creer que el amor existe. Fuimos a ese encuentro de antiguas y recientes amistades para reflexionar en torno a  las concepciones de la amistad y  los actuales modelos de relación de pareja, en aras de  fortalecer actitudes y valores cristianos. Oramos para discernir y derribar las intenciones en nombre de las cuales se comercializa un sentimiento en detrimento del primer mandamiento. Oramos por la re-estructuración de los asimétricos trueques en nombre de un  pseudo-amor que sostiene alianzas fusionales-dependientes que rozan con la violencia al obturar la interdependencia. Oramos por la amistad, la  multiplicación de los noviazgos bendecidos, los matrimonios que renuevan sus votos. Apostamos por  celebrar este, y todos los días, el amor, ya sea desde el Cantar de los cantares o desde los fragmentos de este texto de Khalil Gibrán:
¨… Ámense el uno al otro, pero no hagan del amor una atadura, que sea más bien un mar movible entre la orilla de sus almas…. porque el roble no crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la sombra del roble y …. los pilares sostienen el templo aún estando separados… ¨



Lic. Idaliana Aleaga Antúnez ,  Colaboradora Área de Juventud