Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos
tres; pero el mayor de ellos es el amor.
1 Corintios 13:13
Recibir un diagnóstico de cáncer, con frecuencia desencadena
una fuerte respuesta emocional. Mientras que algunas personas experimentan
conmoción, enojo e incredulidad, otras pueden sentir una gran tristeza, temor y
una sensación de pérdida. La soledad y el aislamiento son otros de los
sentimientos frecuentes porque aun los familiares y amigos más compasivos no
pueden entender exactamente cómo se siente tener cáncer. Con el objetivo de
potenciar las capacidades de respuestas de los pacientes con este diagnóstico y
sus familiares a esta dolencia, se concertó en nuestro centro el pasado 23 de
abril un espacio facilitado por especialistas del hospital oncológico de esta
ciudad, donde no solo se compartieron saberes, sino también vivencias, retos,
reflexiones, las emociones y los sentimientos de quienes andan por la vida
asidos de la Fe la ESPERANZA y el AMOR.