martes, 15 de noviembre de 2016

Recorrido del Centro Lavastida por municipios afectados por Mathews.



Un grupo de 7 personas del Centro Lavastida visitamos los municipios afectados por el huracán Mathew los días 8 al 11 de este mes. Han pasado algunos días ya, pero lo vivido por el equipo y los problemas encontrados no han cambiado y por eso nos proponemos  compartir estas experiencias.
Nos preparamos desde que se informó que pasaría Mathew por esa zona donde nuestro Centro realiza acciones desde hace más de 10 años. Al enterarnos el viernes 7 de la posibilidad de paso de carros ligeros por la Farola (Viaducto que comunica municipios Imías y Baracoa), decidimos salir temprano sábado 8 con un mínimo de equipaje, insumos para estancia en condiciones no comunes y una primera ayuda humanitaria que se recogió entre trabajadores y allegados.
Desde que entramos en el municipio San Antonio del Sur comenzamos a ver los daños, en Imías también pero en Baracoa y Maisí fueron los mayores. Durante estos días hubo labor intensa, se visitaron todos los microproyectos que trabajan con el Centro y comunidades cercanas a estos. Nos dividimos en subgrupos para poder alcanzar a más lugares en menos tiempo y realizar la evaluación de los daños planificada. En algunos lugares fuimos los primeros en acercarnos a esas personas después del evento meteorológico. En Baracoa estuvimos en Boma, Mata, Bahía de Mata, El Güirito, La Alegría, Mabujabo, Quiviján, Veguita Prieta, Veguita Amarilla, Cueva Fría y Aguacatal. En Maisí, Cayo de Vertientes pero visitamos La Máquina, La Asunción y La Punta de Maisí donde estaba El Faro de Maisí con un nuevo entorno: donde había arrecife ahora hay una playa que nada tiene que envidiarle a Varadero, de arena blanca y llana por casi 10 km. En San Antonio de Sur, visitamos en el Valle de Caujerí, Mariana de Caujerí y el Maguito.
Los daños encontrados están en las dimensiones: física, medioambiental, económica y social. Además, colapsados los sistemas básicos (farmacias, gastronomía, consultorios médicos de familia, bodegas, etc.) y las líneas vitales muy afectadas (abasto de agua, transporte electricidad y comunicaciones) Quizás ahora la dimensión física (fondo habitacional, escuelas, navas de crianza animal y otras estructuras) es la más atendida y la atención a los sistemas básicos y líneas vitales, pero no debemos desatender lo referente al daño medioambiental. Esta dimensión era una de las que hacia resaltar esta zona, con mucho endemismo de flora y fauna y paisajes maravillosos. Así mismo, es necesario y es vital atender la parte psicosocial, lo emocional, lo espiritual… las personas también quedaron muy dañadas por dentro.
Por todo esto, nuestro Centro, al igual que otras instancias nacionales e internacionales, nos involucramos en esta recuperación con compromiso y trabajo coherente. Estamos dando pasos desde lo local, regional y esperamos colaboración externa pero no esperamos sentados, estamos ya en acción.
Para colaboración o información:……………….

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