jueves, 10 de marzo de 2016

Testimonio para Berta

Tuve el inmenso placer de conocer a Berta durante mi estancia en Honduras. Sus amistades mas allegadas la llamaban con cariño y respeto "la abuela". Fue una mujer extraordinaria como pocas he conocido. Su alto sentido del compromiso por los mas desfavorecidos de su pais, en especial los campesinos e indigenas, tanto hombres como mujeres, la llevaron a convertirse en una voz profetica que declaraba lo que otras voces no tenian el valor de decir. Y eso molestaba mucho.
Una mas que se suma a las tantas lumbreras que engrosan el martirologio latinoamericano, en su lucha por la justicia y la paz....
El Señor otorgue descanso a su alma.

Ricardo González Kindelán

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