lunes, 1 de octubre de 2018

El cambio: ¿obstáculo o desafío?


El desarrollo en sentido general, lleva implícito un cambio…de patrones, estrategias,…sin lugar a dudas es un desafío que se nos presenta, y en la mayoría de los casos genera miedo…a lo desconocido, a lo nuevo, por ende, la resistencia al cambio es una postura frecuentemente adoptada. Sin embargo, en el cambio pudieran encontrarse oportunidades para crecer, desarrollarse, evolucionar, aprender y desaprender estilos que pudieran, en un momento determinado constituirse en barreras de nuestro propio desarrollo individual y social.
Es fácil reproducir patrones, podría decirse más cómodo, pero no necesariamente es lo más seguro ni lo mejor. Claro está, es válido antes de aceptar el cambio y lanzarse, evaluar a qué me estoy enfrentando: cuáles aspectos quiero, debo, puedo, tengo y necesito cambiar, y cuáles consecuencias acarrearía esta DECISIÓN. Y con toda intención resalto la palabra decisión, pues ella en sí misma enmarca tres aspectos importantes que pudieran correr el riesgo de ser anulados si perdemos de vista esta perspectiva de integralidad que proponemos; ellos son: ACEPTACIÓN, HONESTIDAD Y RESPONSABILIDAD.
¿De qué se trata esta visión?
· Aceptar nuestra realidad, cuáles cambios debemos aceptar de cualquier manera, cuáles aspectos, plataformas, fundamentos de nuestra vida pudieran ser afectados, transformados; y frente a cuales propuestas de cambios, podemos tener el privilegio de valorar /analizar su trascendencia, defender posturas, y finalmente tomar partido o rechazar. Esto nos conduce al segundo aspecto.
· Honestidad para identificar, reconocer y explicitar nuestra condición, postura, aptitud, frente a la situación, teniendo en cuenta nuestras posibilidades reales para adaptarnos a las nuevas condiciones y sobrevivir saludablemente.
· Responsabilidad para asumir los retos, exigencias, riesgos que pudieran acarrear nuestra decisión, todo lo cual nos permitirá desarrollar la capacidad de resiliencia en la búsqueda de alternativas posibles para afrontar lo inesperado.
Una vez que somos conscientes de que formamos parte del contexto en el cual nos insertamos, nos comprometemos con su evolución, transformación y desarrollo, para contribuir así a una sociedad más justa, liberadora y equitativa.
La UNESCO, ha sido partícipe de esta afirmación, al proponer cuatro principios que conforman la nueva visión para el desarrollo: Aprender a aprender: Orientar el aprendizaje, a través del cuestionamiento, la indagación y la construcción colectiva del conocimiento; Aprender a hacer: Transformar la sociedad con acciones inteligentes y responsables, con el propósito de buscar siempre el mayor bien para el mayor número; Aprender a vivir juntos: Vivir responsablemente, respetando y cooperando con otros seres humanos; Aprender a ser: Descubrir la verdadera naturaleza humana, estableciendo un orden interno para desarrollar nuestro potencial ilimitado.
Lo que se pretende es formar a un verdadero ser humano cubriendo las cuatro esferas de su desarrollo, fortaleciendo así su potencial en las diversas áreas del conocimiento. Para lograr esta meta, todos aquellos que fuimos formados por el paradigma educativo anterior y que incidimos en la educación de las nuevas generaciones tomemos conciencia de ello, y desde hoy, aceptemos el reto de cambiar para ser mejores personas.
 MSc. Maireyes Batlle Quintosa. Coordinadora Programa de Capacitación







No hay comentarios:

Publicar un comentario